jueves, 1 de noviembre de 2012

Madrid y sus fiestas

Antes, Madrid era ciudad de fiestas. Hoy, la movida se ha degenerado, de una forma que con los últimos sucesos llega a preocupar.

Hace algunos años, Madrid era conocido por sus fiestas: la famosa movida madrileña como liberación del franquismo seguramente era una época difícil de superar. Sin embargo, Madrid siempre ha sido famosa por su fiesta y sus noches interminables. Hasta el final del 2011 las plazas, terrazas, los bares y las discotecas de la ciudad estaban siempre llenas, en el centro la gente so movía de un lugar a otro sin aburrirse nunca.

Sin embargo, esto ha cambiado el último año, siendo razón clara y única la crisis económica. La falta de dinero hace que la gente salga menos. Y si se da el lujo de salir prefiere gastar más dinero en una única salida. También el botellón se ve afectado. Si hace un año las plazas estaban llenas y a los chinos, hindúes y últimamente también españoles les faltaban cervezas para abastecer a toda la gente, hoy beben menos, salen menos, o si lo hacen, compran la cerveza en el supermercado donde sale más barato.

Para resumir, la vida nocturna de Madrid, por ahora, es historia. 

Claro que aún hay partes de la ciudad donde esto no se siente, claro que la gente aún sale, el punto es que es mucho menos que antes. Tomemos por ejemplo Lavapiés, centro del arte, de los alternativos, hippies, multiculturales, en fin, de todo. Hace algunos meses, en verano, para poner el énfasis, pasé por la calle Lavapiés un miércoles. Pero la calle no parecía Madrid, parecía ser película. Estaba lleno de personajes raros, movimientos raros, grupos de alcohólicos en la calle, gente con ropa más que gastada, etc. Después de pasar a una alimentación, un hombre se paró y nos asaltó, pidiendo lo que teníamos en la bolsa. Pedirle que nos dejara en paz no servía para nada. Saltó encima de mi novio varias veces, hasta que al final nos dejó en paz.

A lo que voy es que Madrid se está haciendo ciudad fantasma, ciudad del Underground, aunque ciertas partes de Madrid no se enteran. En la reivindicación del 15-M este año, de Gran Vía al norte había fiesta, gente despreocupada. De Gran Vía al Sur, manifestantes, gente gritando de indignación, de que ya no pueden pagar su comida, sus casas, en fin, su vida.

¿Por qué escribo de la fiesta madrileña justo hoy? ¿Por qué tanta descripción de cosas que han pasado hace años y hace meses? Pues, porque aparte de la degeneración general de la fiesta madrileña - que por cierto es cosa entendible, no preocupante, manifestación de una degeneración económica y social - parece que tampoco las administraciones, las empresas de eventos y los demás profesionales saben ya cómo hacer fiesta en Madrid.




Madrid Arena: entrada al recinto donde murieron las chicas.
Foto: Janina Ruth
Ayer murieron tres chicas en una fiesta de Halloween en Madrid Arena. Aunque es el más trágico, no es el primer evento que se va de la mano este año. Ha sido el tercero en solo un mes y medio. El pasado 22 de septiembre, en las fiesta del MTV hubo 60 heridos, el 14 de octubre 37 en la fiesta del barrio del Pilar (y además, 11 detenidos en cada una de las fiestas), como relata El País. 

Quizás sea casualidad que tres fiestas escalaron de esta forma en tan poco tiempo, pero para decir la verdad, sería raro. De todos modos, sería interesante saber por qué ha pasado todo eso. ¿Hay un patrón en los sucesos de las tres fiestas? ¿Qué fue el motivo? ¿Podría haber habido más medidas de seguridad? ¿Había algún margen de maniobra que su pudo haber aprovechado?

Quizás son los ciudadanos indignados a los que ya no les importa nada, pero entonces, ¿por qué pasa esto en las fiestas y no en las manifestaciones (en éstas siempre hay detenidos, pero pocos heridos)? Quizás serán los recortes - a lo mejor falta dinero para asegurar mejor las fiestas públicas. Pero, ¿se deberían hacer fiestas si no se puede garantizar la seguridad del público? O quizás el personal de la fiesta estaba tan malpagado, o tan cansada de trabajar demasiadas horas - esto pasa mucho en la España actual - que no pudo hacer bien su trabajo.
Quizás ha pasado algo parecido a lo que ha pasado en el LoveParade de Duisburg en 2010, donde hubo 20 muertos. En este caso el ayuntamiento permitió el evento aunque sabía que no se cumplían las normas de seguridad y a pesar de avisos de varias fuentes, como la Policía. Lo hizo porque la ciudad estaba tan endeudada que el evento prometía cajas llenas y además publicidad para la ciudad.

En fin, habrá que esperar los resultados de la investigación policial para saber lo que ha pasado. Quizás nunca sabremos todo lo que ha pasado. Da lo mismo, porque los informes policiales probablemente no relacionarán los tres sucesos entre sí. Pero las mentes sí lo hacen. Aunque al final no sea nada, haremos bien todos los madrileños en preguntarnos por qué y por qué justo ahora.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La vida es riesgo, pero si encima te metes en medio de una multitud llevas muchas papeletas para perderla. Luego, las reclamaciones, al maestro armero.

Saludos.

Janina Ruth dijo...

Es verdad que siempre lleva riesgo meterse en una multitud, ya que es impredecible cómo actuarán. Sin embargo suelen existir leyes - en muchos países - para bajar el riesgo. El escándalo no es que haya pasado, el escándalo es que no haya habido leyes que aseguren la seguridad de los asistentes, que no el espacio carecía de licencia, que tenía serios defectos de seguridad, de los cuáles se sabía, y que aún así se haya alquilado para una fiesta gigante.

El que asiste a esta fiesta en un espacio que pertenece al ayuntamiento espera que por lo menos se respeten las reglas de seguridad. Ni el ayuntamiento ni el organizador han respetado estas reglas, y quizás, si los hubieran respetado, no se hubieran muerto estas chicas. Pero esto nunca se sabrá.

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