domingo, 4 de noviembre de 2012

Falta una legislación de grandes eventos

Cuatro chicas murieron a consecuencia de un evento sobrepoblado esta primera semana de noviembre. Ahora, después de los trágicos sucesos hay que encontrar los responsables. Para el Ayuntamiento de Madrid, propietario del espacio, no será muy difícil quitarse esta responsabilidad, ya que no existe legislación que regule estos grandes eventos, como relata El País.



La Comunidad de Madrid es responsable de esta legislación, pero parece que no ha visto necesidad de regular los grandes eventos en el futuro, ni tampoco la ve después de la tragedia: "La Comunidad de Madrid [...] no tiene previsto dar ningún paso al respecto a corto plazo", se puede leer en El País. En una Comunidad con casi 6 millones y medio de habitantes, esto sorprende. Madrid es la capital de España y celebra a menudo grandes eventos. Tanto el Ayuntamiento como la Comunidad ganan con estos eventos en alquileres, impuestos de los comercios animados, etc. Sin embargo, no se les había ocurrido proteger a los ciudadanos de posibles peligros en esos eventos.

Cuando en 2010 ocurrió la catástrofe del Loveparade escandalizaba que el Ayuntamiento había permitido el evento a pesar de que no cumplía la legislación. Pero escandaliza más que ni siquiera haya legislación al respecto, ya que eso le da una carta blanca a cualquiera que quiera cobrar fácilmente sin tener en cuenta daños en salud o vidas humanas.

El Ayuntamiento ya ha reaccionado, por lo menos al anunciar que sólo alquilará sus espacios al estar seguros que no haya peligro para los asistentes. Se ha impuesto algunas normas, como entradas numeradas y sectorizadas. Sin embargo, la Comunidad de Madrid seguirá alquilando sus espacios sin ningún tipo de restricciones.
Madrid espacios y congresos: la empresa
responsable por el alquiler de Madrid Arena.
Foto: Janina Ruth


¿Cómo puede alguien ser tan desinteresado en la tragedia de esta semana? ¿Cómo les puede simplemente dar lo mismo? ¿Cómo es que se trata de huir de las consecuencias sin al mismo tiempo establecer sistemas que garanticen que algo así no volverá a pasar? La medida del Ayuntamiento es auto-establecida, puede cambiar con el alcalde o simplemente con el paso del tiempo.

Y aparte de todo esto, ya por sí escalofriante, El País denuncia que Madrid Arena ni siquiera contaba con licencia de funcionamiento. La Policía Nacional ya había informado de esto en el 2006, hace seis años. Es verdad que los edificios municipales no necesitan licencias según legislación. Aun así cabe preguntarse por qué tratar así los espacios municipales si cada Cafetería simple necesita contar con licencias, teniendo en cuenta que en los últimos años no he escuchado de pánico masivo y muertos en cafeterías. 

Al final, la única buena noticia es que el Ayuntamiento de Madrid ahora le va exigir a la Comunidad una legislación de espectáculos. Otro cuestión es si esta ley llegará.

En su totalidad, comparado con Duisburg 2010 que viví en Alemania, después de la tragedia se ha producido un silencio tremendo tanto de los responsables políticos como de los ONGs, de las asociaciones de padres y de los ciudadanos. Los medios de comunicación hablan de la tragedia, lo mismo se hace en las calles de Madrid. Sin embargo, no he escuchado a nadie pidiendo la dimisión de los responsables, cosa que sería impensable en Alemania. Me pregunto por qué esta inmovilidad ante los peligros para uno mismo y los conciudadanos. ¿De verdad quieren que estos les siguen gobernando? ¿O simplemente les da igual?

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