domingo, 25 de noviembre de 2012

Festival de cine 4+1: documental y arte

El cine Golem, situada en la Plaza de España de nuestra ciudad, albergaba esta semana por tercera vez el Festival de Cine 4+1. Este festival mostraba desde martes, 21 de noviembre, hasta hoy, domingo 25 de noviembre, películas alabadas por críticos y muy reconocidas en los ciclos de cine arte, pero que no han llegado a la cartelera de los cines comerciales.  Este año, el invitado especial del festival ha sido el director alemán Werner Herzog, que convence a la audiencia con un estilo personal, en el que mezcla el género documental con artes como la poesía, la música y una imágenes que dejan al espectador boquiabierto. 
Aquí una breve reseña de algunas películas de hoy con sus trailers.



La película A sense of home es un proyecto de la cineasta japonesa Naomi Kawase, en el que 21 cineastas de todo el mundo expresan en cortometrajes de 3 minutos y 11 segundos lo que significa el concepto de hogar o patria para ellos. 
Entre estos cortometrajes especialmente impresionantes el de Steven  Sebring, donde la cantante Patti Smith relata en primera persona un poema escrito por ella.
Otro que destaca es un cortometraje cómic que hace alusión a la relación hombre-naturaleza - un concepto que usa bastante en ese ciclo de cine.
El concepto de hogar es tan distinto como lo son las personas que realizan los cortometrajes. Sin embargo en todos los fragmentos se pueden encontrar componentes universales de este concepto, como la familia, la muerte, el destierro, la casa, los amigos, la naturaleza: todos ellos en contraste el uno con el otro, pero todos ellos inseparables del ser humano y de su hogar.



La película Escape from Laos de Werner Herzog trata una historia singular: el pequeño Dieter decide ser aviador cuando ve cómo su ciudad natal es bombardeada en la Alemania de la II Guerra Mundial. Años después, al trabajar por el ejército estadounidense se derriba en la selva de Laos y es dado por perdido y tiene que encontrar su camino a casa. A Herzog le encantan estas historias que van hasta lo extremo del ser humano, donde se encuentra su esencia, su verdadera ser claro y simple. Ahí, donde uno empieza a ver todos con otros ojos. 


En 1992, después de la Primera Guerra del Golfo, Werner Herzog viaja a Irak y se


encuentra un  país destruido, un desierto lleno de lagos de petróleo, llamas de cientos de metros, nubes de humo de cientos de kilómetros. Con imágenes impresionantes Herzog logra al mismo tiempo mostrar la tremenda destrucción, y mezclarlo con la estética de unas imágenes bellas, aunque terribles. Todo esto acompañado de música clásica opulenta que pone énfasis a esta forma de hacer documentales. A veces, se comentan algunas imágenes con poesía o con versos bíblicos, hecho que le hace a uno realizar el significado, meramente humano, de todo esto. 
Se ven campos de petróleo quemándose y ingenieros estadounidenses intentando luchar contra las llamas. Al principio, el agua no alcanza ni siquiera la llama, el calor hace que se convierta en gas en medio camino. Pero al final, se logra cerrar la salida de petróleo, y a los ganadores todo el recurso gastado parece que ya no les importa: se quedaron con lo que quisieron. Esto es la impresión que deja la película de Herzog.
Aparte de mostrar el impacto natural de la guerra, Herzog también muestra el impacto humano en entrevistas con dos nativas de la zona.

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